Bueno, no es para tanto, pero sí fue uno de los días más feos de mi vida. El día de ayer fui a una fiestecilla en Jardines del Pedregal, ¿se oye muy bonito, no? Pues resulta que el lugarcillo ese era una casa completamente abandonada y cayéndose a pedazos. La atención del chavo que la había rentado fue de lo peor, puras promesas incumplidas; en fin. La parte fea del asunto fue cuando nos percatamos que nos habían dado 'cajuelazo'. Sí, nos robaron, se llevaron la mochila de una compañera, la chamarra de mi novia, mi bata nueva que todavía ni pago y mi pequeña mochila, en donde traía mi cámara digital, una memoria usb y una libretita de apuntes con información del laboratorio. Además tuve que manejar hasta por acá, solo, en la madrugada y bajo la lluvia.
Cuídense mucho, jeje.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario